Alguien dijo, que somos nuestros sueños, que si no soñamos, estamos muertos.... ( Kilian Jornet), y eso es lo que me hace seguir adelante, porque yo, no dejo de soñar, no he dejado de soñar ni en los peores momentos de este año, este año que da sus últimos coletazos.
Después de salir de la pubalgia que me tuvo en el dique seco durante seis meses, este año lo afrontaba con unas ganas y una ilusión enormes, comencé la temporada con la carrera por montaña de la garganta de los infiernos en Jerte, seguida del II Trail sierra de la Mosca, el I kilometro vertical Guijo de Santa Bárbara, la VI Carrera Pencona, la Zumaia Flysch Trail (Guipúzcoa) y nuevas aventuras, una de ellas, fue el entreno de los Orzowei por el recorrido del Maratón de los Artesanos.
El primer fin de semana de julio, casi todos los Orzowei decidimos hacer un entreno por parte del recorrido del Maratón de los Artesanos, el entreno lo iniciamos Carlos, José Manuel, Juanmi, Felipe, Alberto, José Luis y David, uniéndose a mitad del recorrido David (junior). Salimos a las 07:30 de la plaza de la canal, nos dirigimos hacia el Arquillo para empezar el ascenso hacia la silleta por el cortafuegos del culebrero, a partir de la silleta hicimos todo el recorrido del Maratón del día 29, hasta la bajada del reventón, a partir de este punto nos dirigimos a la finca de nuestras amigas, Conchita y Sisi, en donde dimos cuenta de una suculenta barbacoa y de un refrescante baño en su piscina.



A nuestro lado, en otro coche, se encontraban otros dos locos de este deporte, Kiko de Jerte y Andrea de Plasencia, el día era uno de esos días atípicos de verano, con una temperatura fría y una lluvia que no cesaba.

Con las primeras luces del alba se presentaron en el puerto los corredores: Teo, Kuka y Pedro, a los cuales nos unimos nosotros cinco, el ambiente era extraordinario y el recorrido maravilloso, seguimos a Pedro y Kuka hasta donde pudimos y en lo alto del torreón se nos hecho una niebla que no nos dejaba ver a tres metros, nos desorientamos y al final los cinco acabamos después de 9 horas y 34 km en el pueblo de la Garganta, al lado de Hervas.

Una noche salimos he hicimos una ruta por la reserva natural de la garganta de los infiernos, llegando desde la plaza de Jerte hasta los pilones pasando por el bosque del Reboldo.
Otro entreno lo hicimos en bicicleta de montaña, por unos paisajes impresionantes, allí nos juntamos cerca de veinte apasionados de este deporte, haciendo una ruta de 60 km. Al terminar la ruta, nos fuimos a celebrarlo a Jerte,- ¡como me lo pasé!

Una mañana nos juntamos J.Antonio, Kiko y yo, haciendo parte del recorrido por donde pasa la carrera de la Garganta de los infiernos, pasando una mañana agradable siempre en compañía de buena gente.


Esta temporada, mi hijo y yo, hemos hecho el descenso del Alagón y el de Acehuche, además de varios entrenos por el Tajo.
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Desde hacia tiempo tenía en mente hacer un reto personal, ese reto consistía en hacer corriendo el trayecto que une mi casa en Cáceres con la casa de mis padres en Cañaveral, por el camino de la antigua via de la Plata.
Los incombustibles Javi y Paco de Cáceres me habían comentado que lo habían echo ya dos veces, así que una mañana de Sábado del mes de Septiembre y sin tener nada preparado, me lo propuse y me fui a intentarlo.

Hablo con Fernando Manzano y me dice que ha fallado un delegado y cuenta conmigo para la carrera, yo accedo gustosamente, puesto que como no puedo correrla, por lo menos estaré presente en ella como delegado. El sábado me levanto y noto que algo no va bien, noto la zona lumbar más cargada y como un escozor en la parte del glúteo derecho y además se me quedaba dormida la parte delantera del cuádriceps de la pierna derecha, así y todo decido partir hacia Cañaveral. El dolor va en aumento y veo que no puedo ponerme en pie, tengo que dejarlo todo y marchar con urgencia al hospital, pues el dolor iba en aumento y era insoportable, allí deciden ingresarme y...............

¡¡ Que grandes !!